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| Diego López |
Suena algo de música francesa, un Debussy de las manos de mi hermano allá en Noruega, tan flojito que cuesta trabajo
oírlo.
Los
dedos me huelen a dátiles secos, y la cerveza que me recomendó Lead, negra y
con cierto sabor a avellanas, está realmente buena.
Son aproximadamente las siete de la tarde y no hay nadie en casa, algo poco común y muy gratificante.
La
inmensa cantidad de apuntes guarreados y partituras que acumulan polvo de la cama a la
mesa, me trae sin cuidado, aunque a veces siento como me miran y sollozan. Yo
también lo hago, pero no lo notan.
La
música ha dado un giro y me ha mandado al blues más sensual de la brillante
época de B.B King, ahora no puedo pensar en historias de gente ingenua y café frío, sería
injusto hacerlo con las manos mojadas.
La
cama lleva sin hacer no se el tiempo, pero lo veo tan absurdo… No he sido poseída por la princesa del guisante de
Andersen, y a las arrugas de las sábanas parezco molestarle más yo que ellas a
mí, si no, que se lo digan por la mañana a los surcos que dejan a fuego en mi
piel.
Fuera, las nubes han dejado al cielo como Mick Tylor a los Rolling. La
batería del portátil es escasa y me he quedado sin luz.
Buenas tardes.
Muy buenas tardes!!!
ResponderEliminarMe agrada su forma de relatar algo que puede llegar a ser tan cotidiano, pero darle un aire que produce deseos de estar metido en la escena.
Lo cotidiano,con tu sensibilidad, se torna extraordinario. Un placer para todos los sentidos.
ResponderEliminarno es por que lo digas tú, Aina; pero es así... tremendo!!!
EliminarAcabo de llegar a este cuarto de revelado y, fascinada, me quedo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hala! la música de este blog seduce a seguir leyendo, y mucho más a inspirarse ^^
ResponderEliminarMis apuntes también parecen sollozar desde la mesa, y algunas partituras también acumulan polvo sobre el teclado... A ver si salimos vivos de esta época de exámenes ;)
Voy a ver qué más tienes por aquí.
Un besito
Comparto mucho de lo que te han dicho. Contagia. Porque sí, porque hay una mirada del cotidiano que termina por revelarlo. De veras. Mientras te leía pensaba en todos esos detalles que aún viéndolos no habían dejado narrarse. La música un placer inmenso.
ResponderEliminarMe alegra que hayas llegado a mi rincón amarillo, y es cierto lo que decís. Tan vehemente como certero.
Estupendo blog, unas fotos geniales
ResponderEliminarGracias Miette, intentamos entre mi compañera y yo, crear la máxima coordinación entre texto y fotografía pero no siempre es fácil y se tienen los medios necesarios. Es motivador ver comentarios tan positivos como el tuyo y otros. Un saludo de El Objetivo Crítico.
EliminarMe encanta!!!! todo, todo, todo...
ResponderEliminarBesos!
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
EliminarMuchísimas gracias, de ambos :))
Eliminarfluye tu prosa y me gusta ese sutil tono decadente.
ResponderEliminarun abrazo.
Sabes que escribes bien, verdad?? Eso se nota cuando uno se relee pasado unos meses. Es una placer leerte y releerte. Claro que sí!!!
ResponderEliminarBueno, un poquito jiji
EliminarJoder, que bien te lo pasas. Tu prosa es muy leíble, muy relajante...
ResponderEliminarbsos
Te leí, y vino la luz.
ResponderEliminarTampoco entendí nunca eso de hacer la cama.
Buenas tardes señorita.