8 de mayo de 2012

NAIF


Diego López



Madame Naif se recostó sobre su butacón de cuero negro, el olor a incienso era insoportable llegaba a quemar su garganta, pero le era imposible batallar contra la voluntad de su compañero Atis y menos aún contra el humo rallante de esas enormes baritas amorfas.

La habitación era pequeña, oscura, húmeda, sosa y fría, cerrada por una puerta metálica y pesada, de un fuerte color azul, con agujeros en la parte superior.
Ésta daba a un patio interior cerrado por una lona de plástico transparente, que la mayor parte del tiempo permanecía recogida por el buen tiempo. 
 
Era allí donde Atis pasaba los días haciendo malabares. Manipulaba, ejecutaba, volteaba y mantenía en el aire a su antojo todo tipo de objetos, situaciones, entes, conversaciones, lugares, sombras…
Mantener un diálogo con él era todo un espectáculo, sin saber cómo, lograba cogerte de la mano hasta el brazo, después los hombros, la cintura y ya estabas literalmente en el aire, en sus manos. Él conociendo y tú sin reconocerte.

Al poco descubrí que su interior era la nada más oscura, abismal y terrorífica que un humano podía aguantar, aunque en éste caso Atis solo era hombre con una carcasa tuneada por tinta y metal, snob, puritana, ecologista y pueril pero Madame Naif nunca lo supo, era demasiado ingenua o jugaba a serlo.

9 comentarios:

  1. Este texto me suena a revelación metafísica. Es exquisito, al igual que la imagen.

    Me descubro respetuosamente, no sin besar tu mano.

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  2. El texto es un puzzle y haces bien en guardar la última pieza. Consejo: debes escribir más. No descanses tanto!!!

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    1. jaja Gran consejo ;)

      Pero la culpa no es solo mía, tanto a mi compañero como a mi nos gusta mucho arrancar y rugir motores, pero nos quedamos pronto sin gasolina.

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  3. Bonita foto y sublime texto! me encanta como escribes :)
    Un saludo desde la playa!

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  4. Imagino, y no se por qué, que jugaba a serlo.

    Escribo y visual al compás.


    Besos

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  5. Desencantarse con alguien es signo de que se le dio demasiada confianza sin conocerlo del todo. Pobre Madame Naif, conviviendo con un perroflauta con dos caras. Precioso el texto, muy misterioso, parece el inicio de una novela negra. Un abrazo :)

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    1. Pues sí.... algo así, es parte de un pequeño relato de unas 15 páginas donde hay asesinato, renacer y muerte. Pero todo de forma propia, los asesinos no existen, son algo suicidas y se dejan el alma siempre en los zapatos.

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